Planta de aceite de oliva. / R.C.

La producción de aceite, un recurso inesperado para ahorrar energía

La empresa española Troil convierte los desechos orgánicos de la producción del oro líquido, el alperujo, en metano. Con ellos se llegaría a ahorrar hasta 140.000 euros al año en electricidad

ARANTXA HERRANZ

madrid. Hay pocas cosas más españolas que la producción de aceite de oliva virgen. Una actividad con la que se generan residuos orgánicos (conocidos como almazara o alperujo, la masa en la que se juntan el hueso y la piel de la aceituna). Una empresa española, Troil, está siendo capaz de reutilizar estos residuos para generar metano y ahorrar hasta un 7% en la factura de consumo energético.

Según explica a Innova+ el gerente de Troil, José Calama, este proceso lleva más de dos años de estudio, en los que se ha ido haciendo diferentes pruebas. El alperujo se deshidrata y se seca. Para ello, se pasa por una centrifugadora y se elimina el 56% del líquido de la almazara. Lo que queda es una masa que tiene 60% humedad, que posteriormente también se seca, esta vez con energía térmica. Para ello, se emplea un proceso de cogeneración (generación de gas y electricidad). Con unos grupos electrógenos se queman, produciendo gas natural y electricidad. «Con la energía que sale de los gases calentamos el aire y secamos el alperujo», detalla el responsable.

«230 proyectos acometidos por la Cámara de Comercio han versado sobre medio ambiente»

Inversión con retorno

Con esta cantidad de metano que Troil es capaz de producir «nos ahorraríamos un 7% del consumo de gas natural que tenemos», lo que supondría un ahorro considerable en la planta. Según José Calama, cada año dedican 2 millones de euros en consumo en gas natural, por lo que el ahorro llegaría a los 140.000 euros de ahorro mínimo.

Por eso, durante un año más la empresa va a seguir haciendo diferentes estudios y pruebas para, con toda probabilidad, acometer la inversión de generar esta planta de producción de metano en unos meses, lo que supondría una inversión de 200.000 euros. «Sin ayudas de ningún tipo, el retorno de la inversión es de 7 años», explica este responsable. Sin embargo, la empresa espera poder acogerse a algunas de las subvenciones que hay en Extremadura. «En algunos casos es de hasta el 30% del importe, por lo que este retorno se reduce año y medio o dos años. Hay muy pocas inversiones que tengan esos retornos tan rápidos», asegura.

Para muchos residuos

Este sistema estudiado por Troil y que, evidentemente, tiene un impacto medioambiental y de eficiencia energética, no es exclusivo de los residuos que se generan de la producción del aceite, sino que es extensible a otros. Aunque en Alemania hay muchas plantas que funcionan con todo tipo residuos orgánicos (tanto vegetales como animales) en España este tipo de sistemas aún no es muy común, pese a que el impacto podría ser muy grande. Para hacernos una idea, José Calama calcula que cada año se producen 6 millones toneladas de alperujo en España. «Nosotros solo tratamos 40.000o 50.000 kilos», por lo que las posibilidades de que estos sistemas de apliquen a otras empresas «son muy grandes».

Apoyo de la Cámara de España

Cabe señalar que parte de este proyecto ha contado con la colaboración de la Cámara de Comercio de Badajoz, más concretamente a través del programa InnoCámaras, diseñado por la Cámara de Comercio de España, con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), para favorecer la adopción de la cultura de la innovación entre las pequeñas y medianas empresas de nuestro país.

De los 973 planes acometidos durante el año pasado, el 24 % (un total de 230 proyectos) han versado sobre temática medioambiental, principalmente proyectos dirigidos a incrementar la sostenibilidad ambiental de los procesos empresariales (bien adquiriendo alguna maquinaria más eficiente, o bien mejorando la iluminación o la climatización de las PYME participantes por sistemas más eficientes energéticamente). Es el caso del proyecto de Troil. Igualmente se han subvencionado algunos proyectos de implantación de sistemas de reconocimiento de la sostenibilidad ambiental de los procesos.

José Calama considera que su empresa tiene la suerte de poder invertir en I+D y estar en contacto con la Universidad y otros organismos de innovación. Por eso, animaría a todas las PYMES a que se informen de las ayudas que hay en las Cámaras de Comercio.

Además, y dado que este sistema puede aplicarse a la generación de otro tipo de residuos orgánicos, Calama considera que se podría extender a cualquier oro ámbito agrícola. De hecho, en el caso particular de Troil, la almazara es mezclada con estiércol de oveja. Tras varios estudios y pruebas, se ha llegado a la conclusión de que entre un 5% y un 10% es la cantidad idónea para que la generación de metano y su posterior combustión sea la adecuada.